sábado, 20 de agosto de 2011

Hoy, desde nosotros... los jóvenes que caminamos nuestra ciudad, que buscamos huecos de humanidad en una estructura incontrolable, que soñamos y respiramos locura, arte y pasión. Que desde nuestra ventana miramos un paisaje de agonía social, de crisis e incertidumbre adolescente. Hoy, siendo jóvenes generadores de cultura y cambio, al mismo tiempo somos los jóvenes que son ignorados y subestimados, los jóvenes que toman el colectivo todos los días, los jóvenes que sentimos la escarcha matutina y la brisa nocturna, los jóvenes los cuales sus voces se ahogan en un mar de burocracia entre los papeles de un escritorio, los jóvenes que vivimos el abuso de poder de las instituciones, los jóvenes que nos cansamos de la impotencia y la ignorancia, los jóvenes reprimidos en una  manifestación por la policía, policías a los cuales luego tenemos que pagarles de nuestro bolsillo para que nos “cuiden” en nuestros encuentros artísticos colectivos. Hoy, ser joven fueguino implica lucha, lucha consciente, lucha social, lucha pacífica a su violencia imperante/institucional y más peligroso que nada legal (en Tierra del Fuego parece que es más peligroso alguien de 15 años que rompe un ventanal que un tipo de 30 disparando balas de goma). Luchamos para ser escuchados, luchamos por el amor y la diversidad, luchamos por nosotros y los que vendrán. Hoy, desde nuestro lugar, somos conscientes que falta mucho por hacer y somos pocos haciendo, somos conscientes que nada se puede esperar de quienes “deberían hacerse cargo”, vivimos en la cultura del “no hacerse cargo”, la que nos pretenden inculcar. Nosotros nos hacemos cargo y buscamos no repetir estos errores. Somos los que nos quedamos en este lugar, construyendo nuestras alternativas... somos los que se fueron y volvieron, los que nunca se fueron porque no pudieron y los que no quisieron. Somos los que seguiremos y veremos cada un par de años cambiar a esos “representantes” que en nada nos representan. Somos la voz de todo aquel que trata de encontrar un camino, la voz del poeta perdido en un mar de promesas. Hoy, desde nuestro lugar, no pedimos sobornos ni materialidades, pedimos respeto, armonía y consideración. A usted y a todos aquellos que nos etiquetan, que nos piensan como minoría, hoy decimos que acá estamos, para plantear lo que nos corresponda, para encontrar un camino y crear lazos reales e involucrarnos juntos por una lucha de igualdad social. Nosotros, los “irrespetuosos”, los que hacen “quilombo” y los que se “quejan de todo”, nosotros los “anarquistas” y “artesanos”, hoy damos pié (como tantas otras veces) para entablar relaciones conscientes y concretas, para seguir expresando, cambiando, comunicando y creciendo como seres humanos. Hoy AJItamos.


Carta escrita por un grupo de adolescentes de Río Grande, Argentina,  luego de la represión policial a los estudiantes en junio de 2010 en la puerta del Ministerio de Educación provincial.

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